En la primera edición, en 2013, sólo 5 o 6 organizaciones participaron en el evento “Julio de las Negras” (Julho das Pretas). En 2015, más de 100,000 mujeres brasileñas negras participaron en la organización y realización de este evento.
La realización del Encuentro de Mujeres Negras en República Dominicana en 1992, en protesta por las celebraciones de los 500 años del «descubrimiento de las Américas», fue una decisión muy osada de nuestra parte, porque decidimos que realizaríamos el encuentro y que estarían presentes representantes de todos los países de la región.
Fueron cinco días en los que vivimos un contexto político que hizo posible el surgimiento de varias organizaciones de mujeres negras en América Latina, el Caribe y la diáspora. Esas organizaciones tenían mucho en común. Y este fenómeno requería la creación de espacios de diálogos transnacionales y la construcción de alianzas políticas que fortalecieran a las organizaciones de mujeres negras; con el fin de construir una agenda alineada con las luchas libradas en cada país, promoviendo una incidencia política para enfrentar el racismo, al patriarcado, y todas las formas de violencia y opresión que afectan directamente a las mujeres negras.
La experiencia de estar en República Dominicana fue única. Ya había vivido encuentros gigantescos con muchas mujeres negras en mi país, pero lo que estaba ocurriendo en ese lugar era único y ciertamente no se puede repetir, porque ese encuentro fue un desborde de posibilidades, historias y el reconocimiento de la construcción de un territorio negro, femenino, transnacional, con muchas voces y un mismo horizonte.
La creación del 25 de julio como Día Internacional de las Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, está entre algunas de las principales propuestas del Encuentro de Dominicana (1992), además del compromiso de promover la participación de las mujeres negras en diferentes espacios políticos y de toma de decisiones.
En Brasil, el 25 de julio forma parte de la agenda de varias organizaciones de mujeres negras desde 1993. En este período, se han realizado diversas actividades. En el estado de Paraíba, por ejemplo, se celebra el Día de la Mujer Negra Latinoamericana y del Caribe desde 1998. Y desde 2001, las actividades se han ampliado en el estado con la creación de Bamidelê – Grupo de Mujeres Negras de Paraíba.
En el Distrito Federal, desde 2008, el Festival Latinidades reúne a mujeres negras de varios países de América Latina, el Caribe y Estados Unidos. Participan intelectuales, artistas, parlamentarias, activistas y cineastas. Este evento tiene como objetivo el intercambio de experiencias y reflexiones sobre la situación política de los países participantes. También ha posibilitado el intercambio generacional.
A contracorriente del movimiento brasileño de mujeres negras, los políticos, el Estado y las empresas han comenzado a apropiarse de la fecha. Y comenzaron a hacer homenajes puntuales y entregas de certificados a mujeres negras, desviando el foco de los problemas que las afectan. Certificados y homenajes no cambian nuestra realidad, ¡no revierten las desigualdades y la violencia causadas por el Estado y la omisión de muchos!
Por todo lo que se había propuesto en la República Dominicana en 1992, no podíamos permitir que el 25 de Julio en Brasil se desvinculara de los hechos políticos que lo originaron. Por lo tanto, el motivo central para la creación del “Julio de las Negras” fue el sentimiento de revuelta e indignación debido al intento de cooptación de la fecha.
La iniciativa “Julio de las Negras”, creada en 2013, es una incidencia política, propuesta y organizada por varias mentes negras, para identificar las constantes insatisfacciones, injusticias, las violaciones de derechos humanos y al mismo tiempo, construir estrategias de enfrentamiento.
En su primera edición, sólo participaron 5 o 6 organizaciones. En 2015, la estrategia fue la acción más poderosa que utilizamos para organizar la primera Marcha de las Mujeres Negras, que involucró a más de 100,000 mujeres brasileñas en su construcción. El acto reivindicó el reconocimiento de la trayectoria política e histórica de Tereza de Benguela como líder negra y quilombola* y reafirmó el potencial revolucionario de las Mujeres Negras.
El punto fuerte de nuestra alianza es la construcción de una agenda colectiva, que reúne acciones de diversos movimientos. Y por supuesto, todos los años rompemos un nuevo récord. Si en 2013 empezamos con 5 actividades, este año llegamos a 446 en todo Brasil. Para ello, contamos con la participación de tres redes de mujeres negras (AMNB, Red Fulanas y RMNNE) y 230 organizaciones, con actividades realizadas en 20 estados y en el Distrito Federal (Brasília).
El Julio de las Negras se fue forjando como táctica fundamental de la incidencia política de los Movimientos de Mujeres Negras, que se inició en Bahía, se expandió por la región Nordeste y se desborda por todo el Brasil. En su trayectoria, no se ha restringido a los centros urbanos, sino que ha llegado también a las mujeres quilombolas, pescadoras y ribereñas, así como a las organizaciones de mujeres del interior de Brasil. Ha pasado por escuelas, instituciones sindicales, la Organización Brasileña de Abogados, cooperativas de recolectoras de residuos sólidos.
La articulación también conecta con intelectuales y activistas brasileñas y extranjeras, como Angela Davis, Ángela Figueiredo, Patrícia Hill Collins, Terlúcia Silva, Kimberly Crenshaw, Rosane Borges, Sueli Carneiro, Luiza Bairros, Nilma Bentes, Maria Lúcia, artistas y cineastas, jóvenes, como Jaqueline Fernandes, Viviane Ferreira, Larissa Fulana de Tal. Un mundo de mujeres negras, con su arte y sus historias.
El Julio de las Negras es existencia. Es sinónimo de mujer negra, de pueblo negro. En la historia de Brasil, han sido varias las formas de resistencia que los negros -especialmente las negras- han desarrollado a diario para garantizar -preservar- su existencia.
En todos los rincones de este país, agitamos y movemos estructuras caducas; negamos y recreamos conceptos; nos expresamos corporalmente sin negar otros sentidos y sentimientos. Son expresiones de un quehacer político comprometido con nuestra experiencia histórica, con el sentido de libertad y autonomía que marca nuestra existencia. Es la forma de ser de la mujer negra.
El Movimiento de Mujeres Negras se enorgullece de decir que «nuestros pasos vienen de lejos». Esta frase celebra a las personas que nos precedieron en la lucha política. Exalta nuestra ascendencia insurgente. Y también se refiere a la acumulación de experiencias, conocimientos y métodos de hacer política colectiva, femenina y negra. ¡Este es el Julio de las Negras!
* Valdecir Nascimento es activista del movimiento de mujeres negras, historiadora y máster en educación, coordinadora y fundadora de Odara – Instituto de Mujeres Negras; coordinadora de la Articulación de Organizaciones de Mujeres Negras Brasileñas (AMNB); representante brasileña en la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora.
Traducción: César Ortega.
