A partir de la crisis de princípio de los años 70 y la fuerte caída de la tasa de ganancia se produce una ofensiva del capital para imponer un nuevo modelo de acumulación. En la misma se pueden identificar varias fases y diferentes formas de dominación política.
Como ha funcionado ofensiva del capital en América del Sur
Por Antonio Elías
A partir de la crisis de princípio de los años 70 y la fuerte caída de la tasa de ganancia se produce una ofensiva del capital para imponer un nuevo modelo de acumulación. En la misma se pueden identificar varias fases y diferentes formas de dominación política. Las características de cada fase, en tanto, son procesos sociales contradictorios conllevan complejidades, avances y retrocesos propios del desarrollo de las tendencias del capital y de la correlación de fuerzas en cada país.
Los organismos multilaterales imponen una acción deliberada y programada en nuestros países por lo cual se debe analizar la importancia que han tenido en nuestro continente los lineamientos del Consenso de Washington y las reformas de segunda generación del Banco Mundial; así como los cambios institucionales que se incluyen en los tratados de inversión y de libre comercio, en particular los que actualmente impulsan los Estados Unidos.
La integración regional fue concebida por Raúl Prebisch y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) como una herramienta esencial para salir del subdesarrollo a través de la industrialización sustitutiva de importaciones. Se sostenía que para producir bienes intermedios, de capital y de consumo durables, eran necesarios mercados más amplios que los nacionales.
Desde esta perspectiva, la integración latinoamericana, al generar economías de escalas más elevadas, le daría mayor racionalidad a la industrialización, estimulando aún más la sustitución de importaciones. Al mismo tiempo, serviría como instrumento para acumular experiencia exportadora entre países vecinos, lo que a su vez funcionaría como la antesala para conquistar los mercados de los países desarrollados.
Con esos fundamentos conceptuales se crearon la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) en 1961 – que en 1980 fue sustituida por la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) – y se negoció en 1967 el Acuerdo Subregional Andino.
Las trampas del libre comercio
Punto de debate – Número 2, noviembre de 2015