En el segundo día el debate fue impulsado por protagonistas de las resistencias que construyen alternativas efectivas de ciudad y demandan al Estado el efectivo cumplimiento del derecho y la construcción de ciudades igualitarias.
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Resistencias urbanas al Extractivismo
11/07/2016
por
FRL-Oficina Buenos Aires y CEAPI

En el segundo día el debate fue impulsado por protagonistas de las resistencias que construyen alternativas efectivas de ciudad y demandan al Estado, en una relación conflictiva, el efectivo cumplimiento del derecho y la construcción de ciudades igualitarias. Entre colectivos en resistencia desde espacios urbanos y no urbanos, se profundizó el debate sobre la mirada crítica al modelo y a la idea misma de desarrollo, y la importancia de promover la consolidación de alternativas conjuntas.

El primer panel del día, dedicado a analizar el extractivismo urbano desde un enfoque de género, tuvo como principal objetivo reconocer la afectación de las problemáticas habitacionales y la pobreza sobre la vida de las mujeres, y se puso de relieve el protagonismo de las mujeres en las luchas urbanas y el aporte que han realizado en la conquista de derechos.

Primer panel segundo día_Seminario extractivismo urbano

La abogada María Victoria Ricciardi mostró una serie de datos alarmantes respecto dela sobre representación de las mujeres en la pobreza y el mercado informal del trabajo; y describió la inseparable relación entre los problemas habitacionales y la violencia doméstica que advierten las investigaciones sobre el tema. En este sentido, y en base a datos concretos, planteó la inminente necesidad de incluir la perspectiva de género en el diseño e implementación de las política públicas.

Sumado a lo anterior, Ricciardi presentó el marco de protección de los derechos humanos, tanto a nivel nacional como internacional, que existe para que las mujeres lleven adelante sus luchas y reivindicaciones por la vivienda y el hábitat digno; y realizó un sintético recorrido sobre los aportes que los análisis de los relatores especiales del derecho a la vivienda han proporcionado para la definición de criterios de relación entre la situación habitacional y la violencia y discriminación contra la mujer.

Profundizando en la descripción de las afectaciones que una ciudad expulsiva y excluyente tiene sobre la vida de las mujeres, la investigadora Mercedes Di Virgilio se enfocó con mucho mayor detalle en el caso de la Ciudad de Buenos Aires. De esta manera, puso en debate la gentrificación como uno de los más graves fenómenos del extractivismo urbano y la manera como la expulsión de los territorios por encarecimiento del suelo y la vida impacta de manera más dramática en las mujeres, en cuanto son ellas quienes siguen teniendo la mayor carga en cuanto al cuidado de la familia. Siendo los lazos sociales construidos en los territorios una base de sustentación de la vida y la familia, tener que abandonar el barrio perjudica de manera más dramática a las mujeres, en especial cuando no se comparte la jefatura del hogar.

Asimismo, Di Virgilio planteó el fenómeno del uso del espacio público por parte de las mujeres, siendo este sustancialmente menor que el que realizan los hombres, y en base a ello propuso algunas líneas adicionales de estudio que deberían ser relevantes para el abordaje de la relación entre el modelo de planificación urbana desde una perspectiva de género.

Segundo panel segundo dia_Seminario extractivismo urbano_ UMET_30062016_15

Ana María Vásquez Duplat (CEAPI) presentó una adaptación al contexto urbano de algunas líneas teóricas que propone la socióloga Maristella Svampa en el marco de su análisis sobre extractivismo y patriarcado. Se planteó en este sentido un paralelo sobre el extractivismo tradicional y el urbano como modelos de ocupación territorial y las reconversiones y edificación de nuevos lenguajes que el capital genera en los diferentes territorios objeto de prácticas extractivas. Se destacó el rol central que tienen las mujeres en las luchas, característica por demás compartida entre  el extractivismo socioambiental y el urbano.

Retomar las ideas de una de las más destacadas eco-feministas del mundo tuvo, entre otros sentidos, traer en el marco de esta reflexión su pregunta sobre si es legítimo asimilar feminización de las luchas con feminismo, y plantearnos el desafío de construir hipótesis fundamentadas sobre cuáles han sido los aportes o transformaciones sustanciales que las mujeres han proporcionado a las luchas urbanas. Una primera hipótesis que planteó Vásquez Duplat, para abrir este debate,  es que en la última década se ha reconstituido el orden de prioridades en la lucha por la vivienda, sacando de un primer plano la pelea por el título de propiedad y dando paso a la integración a la ciudad y el acceso a los servicios públicos básicos como principales reclamos. Bajo este supuesto, lo que se plantea es que este vuelco está ligado a que las mujeres no son titulares del patrimonio, y a la visión feminista de cuidado de la vida y los bienes comunes.

En los intercambios que se llevaron adelante en el segundo panel del día, se planteó que el derecho a la ciudad no es solo la demanda de acceso a los derechos ya exitentes, sino que también implica la necesidad de transformación del espacio urbano y las relaciones sociales que lo integran. Es el derecho a un hábitat saludable, armónico, no violento, donde se recuperen las solidaridades entre prójimos. Así, Carina López Monja del Frente Popular Darío Santillán resaltó que “carestía de la vida e imposibilidad de garantizar los servicios básicos también es mercantilización, los territorios son militarizados y aislados dentro de la ciudad, luego de intentos de eliminación”.

Publicaciones FRL_Primer seminario extractivismo urbano_29062016_02

A lo largo del panel se expresaron experiencias que plantean otra lógica de ciudad, y dieron cuenta de la lucha existente por el acceso a la ciudad, y en esa disputa se plantea la transformación de una ciudad impuesta a partir de una construcción de ciudad distinta con una lógica que no es la de la ganancia sino la del bien común.

Carla Rodríguez del Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI) señaló la continuidad estructural de las políticas de mercantilización del suelo desde hace ya varias décadas, y en este marco el marco normativo gestado por la movilización social y la creatividad, la Ley 341 que hoy se busca nacionalizar, como un hito concreto en la resistencia al neoliberalismo urbano y al extractivismo, ya que habilita la generación de un banco de inmuebles con sentido social. Rodríguez señaló que “no es una transformación estructural pero si mojones de resistencia para disputar el suelo urbano y experimentar formas concretas del derecho a la ciudad y mejorar la vida cotidiana”. La demanda de nacionalización de la ley impulsa el debate sobre el carácter ilimitado de la propiedad privada del suelo, la defensa el suelo público, las formas de gestión social y propiedad colectiva, ya que habilita la “resolución de necesidades habitacionales por la producción de bienes de uso y proceso de trabajo sin patrón”, concluyó Rodríguez.

López Monja señaló sobre la actual coyuntura política que el rol que propone el la gestión en la ciudad –y ahora también a nivel nacional– es diferente al imaginario construido en torno a Macri como “el empresario que viene a privatizar”, ya que actualmente el rol no es solo privatizar sino que hay un nuevo planteo de alianza público-privada, un reordenamiento de las políticas públicas, que antes que garantizar derechos más bien impulsan de la inversión privada.

Gigi Krein, de la agrupación Tierra para Vivir, describió la influencia de la especulación inmobiliaria en las crisis financieras en el mundo y en ese mismo escenario, la proliferación de resistencias globales que ponen a la ciudad en el centro del debate. En Buenos Aires, se ha proliferado la construcción sin demanda –Puerto Madero es un claro ejemplo de esta situación–, ligada también a masivas entregas de tierra publica sin consulta popular. Otra de las tendencias de esta etapa es la construcción de Buenos Aires como “ciudad marca” a partir del desarrollo de infraestructura atractiva para inversiones extranjeras (principalmente en el cordón sur), o espacios de esparcimiento privados que cuestionan la matriz o idea de gratuidad o acceso público.

Por último, Horacio Ávila de Proyecto 7, brindó un crudo panorama de la situación que atraviesan actualmente las personas en situación de calle en Argentina, inmersos en ciudades cada vez más elitistas y expulsivas, y señaló que “la problemática de calle es una consecuencia del Extractivismo urbano y la desigualdad. Somos el fondo del túnel que plantea el capitalismo en las grandes ciudades a nivel mundial”.

El panel de cierre del evento presentó el tema “Construcción de Ciudades Igualitarias” a través de las intervenciones de Facundo Di Filippo (Legislador -MC-, Periodista – CEAPI) y de Gustavo Petro (ex Alcalde de Bogotá, 2012-2015).

Di Filippo focalizó su presentación en los conflictos urbanos generados por la expansión del extractivismo en la ciudad de Buenos Aires y en los procesos de mercantilización de la vivienda que vienen ocasionando procesos de represión a las resistencias y una etapa de emergencia habitacional sin precedentes.

Panel de cierre_Seminario extractivismo urbano_ UMET_30062016_30

Petro inició su intervención contando la compleja realidad de la ciudad de Bogotá con el tema de la violencia urbana y la segregación social. También relató cómo durante su gestión buscó expresar y articular las multiplicidad de causas defendidas por las “nuevas ciudadanías”, sobre todo de jóvenes y ambientalistas.

Para terminar Petro planteó los ejes del programa Bogotá Humana y la experiencia de implantación de políticas públicas relacionadas con la lucha contra el cambio climático en la ciudad de Bogotá, a través de la mitigación.

Después de breves intervenciones de los presentes, se concluye que el derecho a la ciudad no es solo la demanda de acceso a los derechos ya existentes, sino que también implica la necesidad de transformación del espacio urbano y de las relaciones sociales que lo integran. Dicha transformación requiere un cambio necesariamente colectivo, con compromiso político, intelectual y económico donde se respecten los bienes comunes al resguardo de las lógicas extractivas del capital.

Foto: Pablo Farías