… si salen a la luz pública, la gente sabrá cuanto le van a afectar. TLCs imponen la supremacía de las transnacionales por encima de los derechos humanos y la soberanía de los pueblos
Por Isabel Díaz Medina
Un amplio debate sobre las consecuencias sociales y económicas de los mal denominados “tratados de libre comercio”, las estrategias geopolíticas que hay detrás de estos mecanismos que favorecen a las transnacionales, y cómo proyectar posibles articulaciones de los movimientos sociales regionales contra los acuerdos de “nueva generación”, se realizó el 27 de abril, en el Ex Congreso Nacional, en Santiago de Chile.
La Charla Pública “TPP y otros Tratados de Libre Comercio: ¿Integración o desintegración regional?”, en la que participaron representantes de organizaciones de Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Chile, y de la Unión Europea, fue organizada por la Fundación Rosa Luxemburgo, en alianza con el Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL) y el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA).
En el panel expusieron los invitados internacionales Luciana Ghiotto, de ATTAC Argentina y de la Alianza Social Continental, Javier Couso, eurodiputado español por Izquierda Unida. Desde Chile, Lucía Sepúlveda, encargada del área de semillas y transgénicos de la Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile, y el asesor jurídico de la diputada comunista Karol Cariola, Yuri Vásquez.
Luego de la introducción a cargo de Gerhard Dilger, de la Fundación Rosa Luxemburgo, Lucía Sepúlveda expuso sobre los alcances del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, conocido como TPP (por sus siglas en inglés), firmado por Chile en febrero pasado, luego de cinco años de negociaciones secretas.
Sepúlveda aseguró que en el proceso de negociación, los únicos que tuvieron oportunidad de opinar fueron las grandes transnacionales, excluyendo a organizaciones sociales, de defensa del medio ambiente, pueblos originarios y sindicales, aunque el tratado impone importantes efectos sobre la políticas públicas en estos ámbitos.
El TPP afectará severamente a los pueblos originarios, pues también no fueron consultados, como dispone el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) suscrito por Chile.
“El TPP entierra la soberanía nacional”
La integrante de RAP-Chile afirmó que cualquier actividad o decisión del Estado contraria a los intereses de las transnacionales será objetada como obstáculo a la inversión, constituyéndose en una “interferencia pública” que será causa de sanción por paneles de arbitraje externos al país, que denominan erróneamente tribunales, pero no cumplen con el debido proceso”.
En este sentido, destacó que la demanda de los movimientos sociales por una nueva Constitución para Chile también se vería impactada de ratificarse el TPP. “Este tratado va a examinar toda la legislación interna de los países, incluyendo la posible nueva Constitución que esperamos impulsar”.
“TPP: un Truco Para Patentar”
La integrante de RAP-Chile señaló que hasta el 2013, el negociador de temas agrícolas del tratado por Estados Unidos fue Islam Siddiqui, ex lobbysta de Monsanto, quien se retiró tras asegurar en la redacción los intereses de la transnacional productora de híbridos, transgénicos y plaguicidas. El 2014, ante la presión social, la Presidenta Michelle Bachelet retiró el proyecto de Ley de Obtentores Vegetales, denominado “Ley Monsanto”, de la tramitación en el Senado.
“A través de información filtrada por WikiLeaks, constatamos que el TPP es un truco para patentar. El capítulo 18 referido a la propiedad intelectual, obliga a Chile a ratificar el Convenio UPOV 91”. Para Sepúlveda, reponer la Ley Monsanto, a través del TPP, tiene implicancias en la soberanía alimentaria y la biodiversidad. Significa impedir el ejercicio del derecho ancestral al libre intercambio de semillas.
Las medidas previstas por este tratado significarán además el encarecimiento de los medicamentos. La Directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, alertó que el TPP bloquea el acceso a los medicamentos por su alto precio.
La plataforma Chile Mejor sin TPP
“¿Vamos a dejar que decidan por nosotros?” Es la pregunta que planteó Lucía Sepúlveda, para luego explicar el desarrollo de la campaña Chile Mejor sin TPP, donde actúa como vocera, iniciativa que intenta bloquear la ratificación en el Parlamento del acuerdo multilateral, promovido por Estados Unidos, y que involucra 11 países.
“Los legisladores están limitado a votar si o no para ratificar el TPP, por tanto no pueden introducir modificaciones. Con ello, el propio rol del Parlamento se desdibujaría porque las leyes que promulguen serán examinadas por las grandes corporaciones, y por cierto afectará directamente a los movimientos sociales que exigimos leyes justas”, afirmó Sepúlveda.
De ahí que los movimientos sociales por la semilla, la defensa del agua y ahora los territorios indígenas se hayan sumado a la plataforma.
Partido Comunista chileno aún no toma posición frente al TPP
Consultado por la posición del Partido Comunista (PC) frente al TPP, Yuri Vásquez, asesor jurídico de la diputada Karol Cariola, primero se excusó de no ser la persona indicada para referirse al tema porque no forma parte de la dirección, ni de la Comisión Política de la colectividad. Luego, el abogado argumentó que el PC es un partido marxista y por tanto requiere de evidencia científica para un pronunciamiento.
Legisladoras del PC com Camila Vallejo o Carol Kariola ha rechazado públicamente el TTP. Pero algunos de sus colegas no han manifestado claramente cual será su postura cuando se vote la ratificación del tratado en el Parlamento. Durante su presentación, Vásquez también discrepó de que los “tribunales arbitrales internacionales” operen por encima de la legislación y el poder judicial chileno.
Argentina, punto de inflexión
“Del cambio de gobierno en Argentina, -que generó sorpresa a muchos, pues por primera vez la derecha asume el poder de manera democrática-, lo que más llama la atención es la crudeza con que el proyecto neoliberal se desplegó desde el primer momento”.
Según Ghiotto, Argentina se está transformando en el aliado estratégico de los Estados Unidos. Además, comienza a jugar otro rol en la región, que es contener el avance de China, y como freno al poder de los países miembros del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América).
El TPP tiene como uno de sus objetivos estratégicos, aislar y acorralar a la economía China, la segunda economía más poderosa del mundo. Se trata de una estratégica geopolítica para hacer frente a un mundo multipolar.
¿Fin del ciclo?
En los últimos 10 años, el ALBA ha estado en disputa con el proyecto hegemónico del capital de los países mas poderosos del mundo. Este proyecto contra hegemónico está en crisis, aseguró Ghiotto. “Se habla del fin del ciclo”, tras triunfos de la derecha en el escenario regional. Precisó que para los países de la Alianza del Pacifico no hay un fin de ciclo, Chile ha firmado más de 20 tratados de libre comercio.
“Tenemos un desafío mayor como movimientos sociales frente a un escenario distinto, complejo, marcado por el cambio de política comercial de Argentina, en que el proyecto actual no se limita al miedo al poderío de Estados Unidos. El proyecto se presenta con mucha más crudeza, como por ejemplo la necesidad del capital de aumentar sus ganancias en sectores que no estaban mercantilizados.
Precisó que es posible aprovechar este escenario más crudo que nos muestra de manera más clara lo que tenemos al frente. “El desafío es poder discutir con más profundidad los temas, ir a la raíz de los tratados, pensar instancias de articulación regional, jornadas de discusión y de acción continental contra los TLC, contra el poder de las corporaciones. Tenemos que seguir organizándonos y decir que Chile en esta lucha no está solo”, concluyó la activista.
La democracia y los derechos sociales en juego en Europa
El eurodiputado español Javier Couso analizó los alcances de la Asociación Transatlántico de Libre Comercio e Inversiones (TTIP), en negociación entre Estados Unidos y la Unión Europea, y las resistencias a estos acuerdos en España, y otros países europeos. “El TTIP constituye el último clavo del ataúd de la democracia de la Unión Europea. Es un asalto al sector público, que todavía no habían podido tocar, debido a la estructura europea, que es muy diferente a como está construida en los Estados Unidos y en también en Chile, después de la dictadura cívico-militar”.
El diputado de Izquierda Unida advirtió que “tenemos que tener cuidado con la ‘neolengua’, no podemos llamarles tratados de libre comercio, porque son justamente lo contrario. Estos acuerdos atacan las normas de protección, impidiendo a los actores más pequeños tener un comercio libre, y entregan el poder a las grandes multinacionales por encima de los poderes emanados de la voluntad popular”.
UE: La sumisión a los Estados Unidos y el poderío de empresas transnacionales
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Couso planteó que “la Unión Europea es un proyecto de excepcionalidad neoliberal. Como dice nuestro candidato a la presidencia, Alberto Garzón, “somos países en vías al subdesarrollo”. A mayor Unión Europea menos Europa. “Cada vez, tenemos menos poder. Estamos en manos del diseño geopolítico de Estados Unidos”.
Según el invitado internacional, “los países han perdido la soberanía para dársela al hegemón, que es Estados Unidos. Esa es la trampa de la globalización. Con los países emergentes se rompe esa unipolaridad, que surge a partir de la guerra del Golfo y la caída del pacto socialista, por tanto tienen miedo a las contrapartes”.
“He escuchado una frase que aterra, del Presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker: “no puede haber decisiones democráticas contra los tratados europeos”.
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La diversidad de impactos del TTIP
Según Couso, el TTIP también afectará a la seguridad alimentaria. “En Europa, funciona el principio de precaución, que consiste en demostrar que un producto no va ser nocivo para la población. En Estados Unidos, no opera. En Europa, se han prohibido 120 sustancias que se utilizan en cosmética, de los cuales en Estados Unidos impide su comercialización a solo 12”.
Al igual que otros tratados, con el TTIP se enfrenta al problema de la resolución de conflictos entre inversor y Estado. Los inversores tienen derecho a demandar a los gobiernos soberanos, es decir reclamar pérdidas de beneficios por decisiones sobre la política pública. Con ello, “amordazan a los Estados, a las sociedades, nos atan las manos para que no podamos defender a nuestras poblaciones”.
“El TTIP es un tratado vampiro y por eso lo quieren esconder, porque si sale a la luz pública la gente sabrá cuanto le va a afectar. El 95 por ciento de las decisiones fueron negociadas por los lobistas, que representan las grandes multinacionales”.
Nuevos tiempos para la lucha y la resistencia
Pese al panorama adverso, el eurodiputado se declaró optimista porque vislumbra otros tiempos, por lo menos en la periferia de Europa. “A partir del 15-M en España (movimiento de los indignados) se abrió una reflexión colectiva y espontánea de gente nueva que intentaba hacer política con una idea clara: recuperar la democracia secuestrada por los poderes financieros y multinacionales”.
“Por la movilización, pero sobre todo por lo nuevos proyectos de unidad popular con los cuales estamos recuperando las ciudades más importantes de España, pondremos en jaque a la Unión Europea, a este nuevo neoliberalismo que pretende esclavizarnos definitivamente”, acotó Javier Couso.
Fotos: Isabel Díaz Medina