«La Boca no está en venta»

Rocorrido por el Barrio de la Boca de la ciudad de Buenos Aires en el marco del Encuentro Internacional de Ciudades Igualitarias, para analizar el proceso de gentrificación que allí sucede.
02/11/2018
por
Camila Parodi y Daniel Sticotti

El Lunes 29 de Octubre ocurrió la segunda jornada del «Encuentro Internacional Por Las Ciudades Igualitarias» que paralelamente al Urban-20 propone abrir el debate en torno a la problemática habitacional en las ciudades, y las disputas sociales, culturales y políticas que suceden en el marco de los gobiernos neoliberales.

Por Camila Parodi y Daniel Sticotti

El pasado lunes Caminito, el famoso recorrido turístico del barrio La Boca, vio interrumpido su cotidiano de tangos y paseos para volver a transformarse en un escenario de disputa de la mano de lasy los vecinos, organizaciones y artesanos que reclaman al gobierno de la ciudad garantías y derechos fundamentales que durante decadas las distintas gestiones han intentando censurar.

Una radio abierta coordinada por la organización La Boca Resiste y Propone dió inició a esta jornada por donde pasaron diferentes personalidades, referentes y activistas. Natalia Correa, trabajadora del Centro de Salud N° 9 de la Boca, fue una de las entrevistadas quién denunció «las problemáticas que traen aparejadas las situaciones de desalojos». En esa línea continuó, «luego de cada desalojo los cuadros de desnutrición, u otros hechos como el abandono escolar se hacen frecuentes en las familias que sin su vivienda propia terminan en la calle o en un parador». Junto a otras trabajadoras que la acompañaban transmitían «la necesidad de entender la salud desde una mirada integral, y en ese sentido la vivienda es una necesidad y un derecho básico».

Luego fue el turno de Cesare Ottolini, coordinador global de la Alianza Internacional de Habitantes, qué transmitió la necesidad de «frenar los procesos de gentrificación que no respetan los derechos humanos básicos». En ese marco remarcó la obligación de los gobiernos en «pensar los barrios, no para los ricos, si no para los habitantes. Las personas que habita en el barrio tiene el derecho a quedarse». Finalizó señalando la importancia de las organizaciones sociales en la disputa por el derecho a la vivienda, tomando como ejemplo lo ocurrido en el barrio Monte Sinai en Guayauil, Perú, donde junto a las organizaciones sociales del territorio armaron una mesa de diálogo con el gobierno y lograron frenar los desalojos a más de 3.500 familias que allí reciden.

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Por su parte, Cristina Reinaldes integrante de la Coordinadora de Villas y Barrios Populares, expresó que «el caso de la boca es emblemático pero también encontramos desalojos en todas las villas bajo procesos de urbanización». En ese sentido continuó «hubo barrios que aún registrados en el RENABAP fueron igualmente desalojados de sus territorios», y subrayó la importancia de estos encuentros «no solo para frenar los desalojos, si no también para visibilizar el avance del mercado inmobiliario sobre viviendas que popularmente fueron ganadas por las familias».

El cierre de la radio abierta estuvo a cargo de Taty Almeida, madre de Plaza de Mayo – Linea Fundadora, quién felicitó a los vecinos y vecinas por la organización de este encuentro e hizó hincapié en «seguir luchando sin bajar los brazos, se lo decimos nosotras las locas, que a pesar de los bastones estamos y seguiremos luchando». A continuación, le hicieron entrega de un cuadro realizado en la misma feria donde se realizó la primer parte de la jornada.

City tour de desalojos

Finalizada la radio, las organizadoras invitaron a los y las participantes del encuentro a los micros que esperaban en la entrada del caminito, para realizar un recorrido por el barrio de La Boca junto a referentes de instituciones y organizaciones nacionales e internacionales. Mientras se organizaba la partida, si bien los micros se encontraban estacionados el recorrido ya había comenzado. Frente a ellos, un mural impactó a las y los presentes. Había sido realizado por la Brigada muralista «Ramona Parra» en el marco de un encuentro de muralistas realizado durante el pasado año.

El «tour» comenzó con su correlato histórico por parte integrantes de La Boca Resiste y Propone, a quienes allí se encontraban. Esa explicación resultó necesaria para entender la lucha que el barrio construye generación tras generacioón, desde la marcha de los inquilinos y la huelga de las escobas La Boca fue un epicentro de la lucha por el hábitat digno y el derecho a una vivienda. Cien años pasaron desde aquellos episodios y la historia se repite. Pero así como el avance de los distintos gobiernos fue una constante contra la dignidad de las familias que allí reciden, también lo fue la lucha y resistencia de los vecinos y vecinas contra esos atropellos. En tan sólo este pequeño espacio de la ciudad de Buenos Aires «hay 182 juicios, es decir más de 650 familias relacionadas a situaciones de desalojos» explicaron las vecinas. Por eso, desde La Boca Resiste y Propone junto a otras organizaciones se escribió un proyecto de ley de alquileres presentado en la legislatura.

«No hay derecho a la salud sin derecho a la vivienda»

Los micros avanzaban a paso lento ya que acompañando el comboy, algunos vecinos y vecinas en bicicletas iban señalando con gestos y gritos las diferentes historias o sucesos del barrio que se marcaban en sus calles y paredes. Entrando por la calle Garibaldi una familia nos esperaba en la vereda con carteles como «La Boca no está en venta» y «aquí hay familias luchando por la vivienda». Carolina, por su parte, seguía el relato por cada cuadra contando las casas que se encontraban resistiendo los desalojos, «todas las cuadras del barrio tienen al menos una situación de intento de desalojo, y la que no es porque los desalojos ya se efectuaron» relataba sumergiendo a sus visitantes cada vez más en las historias de la barriada.

El contexto es de desidia, y cada conventillo tiene su historia. «Al costado hubo un incendio en donde murieron dos chicos» recuerda dolida una vecina al señalar una casa. Ella misma había sido educadora de los mismos años atrás. «Hace 10 años que están esperando que se ejecute el proyecto del IBC», unas cuadras adelante mostrará un mural hecho por Freddy Filete que recuerda y reclama por las y los niños muertos en causas evitables.

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Al girar en una de las esquinas, un grupo de vecinos y vecinas desplegaban una bandera: «Comahue desaloja familias». Se trata, nada más y nada menos que de una empresa de seguridad privada aportante de campaña electoral de Cambiemos, quien compro a precio ruin, «los dispositivos que generamos por los desalojos valen mucho más caro» reflexionan las integrantes de La Boca Resiste y Propone. «Los desalojos administrativos son un acto que no requiere ningún permiso judicial, con la excusa de estar en situación de derrumbe dejan a las familias en las calles» explican.

No hubo recoveco de La Boca en la que los micros no se metieran. Las integrantes de La Boca Propone y resiste reflexionan:  «además de los intentos de desalojos, el abandono y la desidia del estado es otro componente que acorrala a las familias». Y en esa línea continuó, «uno de los mayores problemas que afronta cotidianamente el barrio son los incendios por el estado de algunas viviendas, siendo este un fundamento que el gobierno utilizada para efectuar los desalojos». Dando a entender las diferentes estrategias del gobierno para avanzar con los negociados inmobiliarios, explicó «los desalojos administrativos son un acto que no requiere ningún permiso judicial, con la excusa de estar en situación de derrumbe dejan a las familias en las calles y hacen uso de dichos inmuebles».

En ese sentido, otra de las violencias que no dejaron de mencionar fue la sistemática persecución y criminalización hacia la población jóven y pobre de La Boca. Entre tantas historias, la de Nehuen Rodriguez resonó en las y los presentes. Atropellado en diciembre de 2014 por un patrullero. Actualmente su madre junto a otras madres de víctimas de la violencia y represión policial

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realizaron un comedor como respuesta ante el ajuste. De esa manera, las integrantes de La Boca Resiste y Propone manifestaron «no sólo con balas mata la policía. No sólo con los policías mata el estado» siendo interrumpidas con los aplausos de quienes allí se encontraban. «Con esto decimos que cuando no hay un Estado brindando respuesta a la situación habitacional también ahí hay violencia institucional» afirmaron.

Luego fue el turno del Club Boca Juniors, emblemático y conocido por todas y todos. Por eso, no se necesitaron muchas aclaraciones para dar cuenta del negocio inmobiliario con el que avanza sobre el territorio. En ese marco, los vecinos y vecinas querellaron no sólo contra dichas intensiones propias del club, sino también contra el Gobierno de la Ciudad y la Coorporación Sur por ser parte. Para ello, disputaron colectivamente los terrenos que el club quiso comprar a precio ruin para hacer un estadio shopping. Hasta el momento, se ganó que el único predio verde de La Boca quede como un espacio verde para los vecinos y vecinas y que en tal caso, sean ellos y ellas quienes definan qué hacer con el mismo. Para finalizar esa parte del recorrido sus referentes enfatizaron «sin potrero no hay Maradona». Para ello, los mismos vecinos y vecinas crearon la Organización Boca es Pueblo quienes «militan para recuperar un Boca popular de puertas abiertas a sus hinchas» según relataron en la jornada.

A lo largo del recorrido, los murales y stencils acompañaban mostrando el paisajismo político de quienes habitan el espacio. Entre ellos, las vecinas cuentan que uno de ellos recordaba a las y los 30.000 detenidos desaparecidos de la última dictadura cívico, militar y eclecial. «Ese mural fue una gran disputa» recuerdan «donde el Gobierno de la Ciudad quería hacer su mural y finalmente con lucha terminamos haciendo el nuestro». Sin embargo, este triunfo no es cotidiano, día a día ven cómo se amplía la política de «palermizar cualquier barrio de la ciudad» según sus propios conceptos. Por eso, la disputa por los murales es incluida en la misma lucha por el territorio, es claro que la estética que se quiere generar desde el Gobierno va contra el badage cultural propio del barrio.

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Pero no todo es tristeza, en La Boca, además de sus colores, sus vecinos y vecinas vienen generando grandes triunfos cotidianos en defensa de su identidad. Es así que pudieron identificar la vinculación entre una inmobiliria con prácticas de desalojo. Desde agosto de este año las denuncias de las y los vecinos tuvieron su efecto y el dueño de la inmobiliaria Sheik se encuentra actualmente detenido por distintos delitos, por un lado establecía una relación de prestamista a precios altos, a su vez falcificaba firmas y documentos para quedarse con casa desocupadas. Al investigar, las y los vecinos dieron cuenta que esta inmobiliaria cuenta con más de 100 propiedades la mayoria en La Boca, San Telmo, Constitución y Barracas, y gracias a ese trabajo sistemático de denuncia pudieron ponerle fin.