Familiares decepcionados

Visita del presidente alemán a Chile impulsa causas Colonia Dignidad

El presidente de la República Federal de Alemania, Joachim Gauck, condenó públicamente el silencio del Estado alemán ante las graves y sistemáticas violaciones a los derechos humanos en Colonia Dignidad entre 1961 y 2005. Sin embargo, su visita no estuvo exenta de cuestionamientos, entre los que se cuentan las críticas ante el rechazo a reconocer la corresponsabilidad en la dictadura, el trato hacia las organizaciones de víctimas y un bochornoso incidente en la embajada

Por Paula Correa

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Florian Gallenberger, Reinhard Zeitner y Joachim Gauck, en la recepción de la embajada alemana

Colonia Dignidad, hoy rebautizada “Villa Baviera”, se ubica en el municipio de Parral, cerca de 400 kilómetros al sur de Santiago. Fue fundada por colonos alemanes, encabezados por el fallecido ex cabo del ejército nazi, el pederasta Paul Schäfer, en 1961. Durante la dictadura militar de Augusto Pinochet, funcionó como centro de detención y tortura clandestino.

En su visita oficial a Chile, el presidente alemán rompió la distancia que por décadas había mantenido la cúpula política de su país al lamentar que su cuerpo diplomático apartara la vista o se aliara con los victimarios. “A mí por lo menos me hubiera encantado que un ministro de exterior alemán hubiera formulado palabras muy claras en esos tiempos”, afirmó y reconoció que “los Estados democráticos cometen errores y, a veces, cargan con culpas”.

Estas declaraciones surgen después de que el pasado 26 de abril, el Ministro de Relaciones Exteriores, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, hiciera por primera vez una autocrítica al afirmar que “en el conflicto entre el interés de mantener buenas relaciones con el país anfitrión y de respetar los Derechos Humanos, evidentemente el Ministerio y la Embajada perdieron la orientación”.

Alemania ordenó la desclasificación de archivos sobre Colonia Dignidad del período 1986-1996, pero advirtió que la mayor parte del material está en Chile. Con esto se abrieron a las puertas para que los dos países comenzaran un trabajo que se tradujera en medidas concretas sobre un escándalo catalogado como “el talón de Aquiles de la política exterior de la República Federal Alemana (RFA)” por los investigadores Evelyn Hevia y Jan Stehle.

Cine, censura y derechos humanos: Dos filmes silenciados

Entre la delegación del presidente Gauck estaba el cineasta alemán Florian Gallenberger, director de “Colonia”, protagonizada por Emma Watson, Daniel Brühl y Michael Nyqvist. Justamente la película generó un clima especial en la llegada de la autoridad alemana. “Colonia” se estrenó en febrero del 2016 en Alemania y en abril en Estados Unidos. Sin embargo, su llegada oficial a Chile se atrasó, y debido al rechazo de los grandes distribuidores sólo será mostrada a partir del 4 de agosto, en el Cine Arte Alameda, en Santiago.

Pese a eso, miles de personas ya la han visto en diversas exposiciones en estos meses. Entre ellas destaca una masiva muestra con conversatorio en el propio Estadio Nacional, importante punto de encuentro deportivo en Chile, pero también centro de detenciones masivas y tortura en la dictadura militar.

En este marco, a una semana de la visita del presidente Gauck, se realizó la exposición de otro filme en Santiago y Talca, también censurado en nuestro país, llamado “Die Kolonie” (La Colonia) de Orlando Lübbert, de 1985. Este fue el primer largometraje que develó las condiciones de vida en el recinto e inició un ciclo de realizadores nacionales, quienes estrenaron películas exitosas en el exilio que no fueron exhibidas en Chile. La obra tampoco fue distribuida en el país con el retorno a la democracia. Si bien Televisión Nacional de Chile (TVN) obtuvo los derechos, sigue dormida en los archivos de la estación pública.

Querella por Operación Cerro Gallo: La coordinación entre los jerarcas de Colonia y el Ejército chileno

conferencia prensa

Magdalena Garcés, Ana Merino, Margarita Moreno, Roberto Celedón

Mientras Gauck volaba a Chile, las organizaciones sociales ya preparaban acciones. La mañana del lunes 11 de julio, la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad realizó una conferencia de prensa para anunciar la presentación de una nueva demanda judicial, que se suma a la del abogado Winfried Hempel bajo la conducción del magistrado Jorge Zepeda.

Se trata de una querella contra quienes resulten responsables por la desaparición y asesinato de presos políticos en Colonia Dignidad en el marco de la llamada “Operación Cerro Gallo”.  El abogado Roberto Celedón afirmó que la acción se sustenta en la revisión detallada de numerosas fichas en alemán y español que fueron encontradas al interior de Colonia Dignidad.

Según señaló, los documentos confirman la existencia de dos operaciones de exterminio comandadas por el Ejército chileno con colaboración de los jerarcas del enclave para exterminar a prisioneros políticos. En este contexto, Margarita Romero, presidenta de la Asociación por la Memoria, interpeló a los Estados, junto con organismos de la sociedad civil, a definir vías de trabajo bilaterales para enfrentar estos crímenes de manera integral, invirtiendo los recursos que sean necesarios para alcanzar la verdad.

Hacerle frente a la impunidad: Romper los pactos de silencio a nivel nacional y bilateral

Para las organizaciones chilenas es fundamental que ambos Estados apoyen las medidas que permitan continuar las investigaciones, para hacerle frente al fantasma de la impunidad biológica. En ese sentido instaron a los colonos, los soldados, los civiles y a todos quienes tengan información a entregarla, entre ellos conocidos actores políticos como Pablo Longueira y Hernán Larraín.

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Hernán Fernández denunciando la complicidad del Estado alemán. A la derecha, la primera dama Daniela Schadt

En esa línea, el abogado Hernán Fernández, quien logró la condena para Paul Schäfer, advirtió que los horrores de Colonia no habrían sido posibles sin la colaboración material directa de los jerarcas y advirtió que no todos ellos fueron juzgados. “Hay algunos que están en Alemania, como el doctor Hartmut Hopp, y otros que siguen en Chile en la impunidad, viviendo como millonarios. Esto ante el silencio y la tolerancia de dos Estados”, sostuvo Fernández.

Como una medida de reparación, los familiares piden que el predio de Colonia Dignidad sea traspasado a una entidad sin fines de lucro y que se levante allí un memorial por los caídos. Para la presidenta de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos de Talca, Myrna Troncoso, esto implica terminar con el negocio del turismo y explicó que “en la ex Colonia Dignidad se hace turismo comercial, con restaurante, hotel y fiestas de alto consumo de alcohol, sin ningún respeto por el pasado y por la memoria de quienes ahí desaparecieron”.

Finalmente se espera que se realice una Comisión Bilateral de Expertos para dar respuestas médicas y psicosociales propias de la reparación, además de analizar la entrega de indemnizaciones a las víctimas de ambos países.

¿Contradicciones?: Rechazo a las indemnizaciones y encuentro con las víctimas

Esta última demanda se diluyó a penas la autoridad alemana abordó la materia, a la salida de un encuentro con la Presidenta Michelle Bachelet. Si bien Gauck criticó el silencio de su diplomacia, descartó la corresponsabilidad alemana hacia las víctimas del régimen militar chileno. “No aceptaremos reclamos de reparación. El Gobierno alemán no instauró la dictadura en Chile”, dijo tajante. Por otro lado, abrió las puertas a la entrega de apoyo, a asesorar a personas “en situaciones difíciles” y agregó que también podrían ayudar a crear espacios de memoria con los conocimientos y experiencia que tienen.

familiares con gill

El presidente no quiso recibir a los familiares Rosa Merino, Myrna Troncoso y Víctor Sarmiento (aquí, con el secretario de Estado David Gill)

La agenda del presidente Gauck continuó con la participación en el Foro Chileno-Alemán “Desafíos para la Democracia”, en el ex Congreso Nacional y una visita al Museo de la Memoria. A esta instancia llegaron organizaciones de víctimas buscando conversar con la autoridad, pero sólo consiguieron entregar una carta al subsecretario de la Presidencia de Alemania, David Gill. La primera dama Daniel Schadt asisitió a la proyección del filme de Gallenberger en la Cineteca Nacional, en el Centro Cultural Palacio La Moneda.

hempel

Winfried Hempel

Para Winfried Hempel, abogado de un centenar de ex colonos, la actitud del jefe de Estado alemán fue contradictoria: “El Presidente Gauck es un autoridad moral en Alemania en temas de víctimas de regímenes totalitarios como el de la ex RDA. Resulta sorprendente que una persona con ese peso moral trate a los familiares de detenidos desaparecidos y a los ex colonos como víctimas de segunda clase” afirmó y añadió que “es impresentable” que no se reúna con todas las organizaciones involucradas.

Además sostuvo que Gauck cometió un gran error al desconocer la responsabilidad del Estado alemán en los hechos que permitieron a la Colonia Dignidad cometer toda clase de crímenes. “Alemania es corresponsable porque sabiendo lo que estaba ocurriendo no hizo nada por evitarlo”, sentenció.

“Error” de la embajada: Un invitado no grato

La agenda de derechos humanos de la comitiva del presidente siguió adelante. El miércoles 13 y bajo una torrencial lluvia, Daniela Schadt, junto a una delegación de 16 personas, visitó el Parque por la Paz Villa Grimaldi, un centro emblemático de detención, tortura y exterminio.

Ese día en la noche se realizó una recepción en honor al Presidente Gauck, que convocó a cientas de personas en la residencia Rolf Schulze, embajador de Alemania en Chile. Entre los invitados figuraba Reinhard Zeitner, uno de los antiguos guardaespaldas de Paul Schäfer.

Zeitner fue condenado a tres años por encubrir abuso de menores, pero después de tres meses en prisión preventiva obtuvo una remisión de su pena y quedó con cuatro años de libertad vigilada. La embajada no supo explicar la invitación. Hoy, el colono alemán se desempeña hoy como administrador de los bienes del enclave.

La presidencia alemana lamentó lo ocurrido. “Pusimos gran empeño a seleccionar cuidadosamente a los invitados”, afirmó una portavoz del presidente y añadió que lamentan, “por las víctimas, que no se haya atendido esta norma”. Además catalogó el incidente como “una confusión inexplicable”, sobre todo teniendo en cuenta que el objetivo prioritario de la visita del presidente a Chile era transmitir un mea culpa alemán por lo ocurrido.

Y sin duda, este episodio en Chile vino a empañar los resultados de la visita de Gauck a Chile, centrada en la recuperación de la memoria histórica. En Berlín, el Ministerio de Relaciones Exteriores ya se ve confrontado con protestas sobre la relación cada vez más cuestionada de su embajada en Santiago con la ex Colonia Dignidad. Con esto, para las organizaciones queda claro que aún hay mucho trabajo para alcanzar verdad, justicia y reparación, tanto en el caso de Colonia Dignidad, como en el rol del Estado alemán en ésta y otras dictaduras cívico-militares latinoamericanas.

Fotos:  FDCL (recepción, familiares con Gill),  Gerhard Dilger